“X” (2022): crítica a la película de terror, sangre y porno
“Quiero demostrar que se puede hacer una buena película de algo sucio”, es lo que dice uno de los protagonistas, retándose a sí mismo, sobre el querer hacer cine (cine “de verdad”) con una película pornográfica. El mismo reto que parece haberse propuesto A24, la casa productora de esta cinta, al realizar una película Slasher, subgénero hoy en día desgastado y, si se quiere, de los más menospreciados por la “crítica especializada”. De la mano de Ti West, A24 nos presenta la que sería la mejor película de terror de lo que va del año (después de “Black Phone”, dirán muchos), y la mejor película Slasher de los últimos años.
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Sinopsis de “X”
A fines de
los años setenta, un grupo de jóvenes se adentran a las profundas tierras de
Texas, donde intentarán grabar una película porno. Se hospedarán en una antigua
casa, cuyos ancianos dueños intentarán matarlos.
Crítica a “X”
Los slashers
modernos se caracterizan por una nula construcción del terror como
ambientación, y suelen enfocarse en satisfacer gráficamente al espectador con explicitas
escenas de carnicería. El terror de Ti West se cocina a fuego lento. En la
primera hora de película, se enfoca en construir (trabajo que hace muy bien) y
mostrarnos a los protagonistas, al mismo tiempo que crea una atmosfera de
terror. Sabes que los protagonistas no están seguros y que en cualquier momento
una ola de violencia llena la pantalla. Al llegar la hora de película, la sangre
llega con la primera muerte, para dar paso a la carnicería que se nos prometió.
Otro de los
aspectos interesantes de la cinta, es el manejo del sexo, o lo sexual, que decide
tomar. En los slashers se suele suprimir el aspecto sexual de sus personajes
(en su mayoría mujeres), hasta castigarlos bajo una regla: quien tiene sexo
primero, muere. Es interesante como Ti West juega con este paradigma en su
película.
En “X” el
sexo, para nuestros villanos, es presentado como un anhelo. Este deseo, al no
poder realizarlo, se transforma en frustración, y es esa imposibilidad de
hacerlo, lo que desencadena la violencia y asesinatos. La demonización del sexo
en los slashers, es representado por los villanos de la cinta. Sin embargo, el
aspecto moral o ver el sexo como algo prohibido, solo es una fachada, en realidad,
es la envidia hacia los protagonistas lo que termina encaminando su búsqueda de
venganza.
La frustración
de los ancianos se puede ver desde dos factores: el primero, y el más obvio, es
la imposibilidad física de sus cuerpos, su avanzada vejez y excesiva decrepitud
les impide tener sexo; el segundo aspecto, es uno cultural, del cual solo se
puede inferir. En toda la película, se nos muestra un canal cristiano, que parece
sonar en toda Texas. Este detalle es un retrato de los setenta, que da un aporte
de veracidad, una pincelada para retratar el ambiente setentero. Esta pantalla
les dice, casi como una orden, lo que está bien y lo que está mal. Orden que
vienen siguiendo desde hace mucho. Orden que siguen escuchando en su vejez,
mientras que bajo las sábanas desean lo prohibido (lo que la televisión les dice
estar prohibido), mientras que en su sótano esconden sus más sórdidos deseos.
De este
modo, queda en evidencia cuál ha sido la moral predominante en la juventud de
nuestros villanos. Una juventud que pasaron alejados por las dos guerras a las
que el esposo debió ir.
La protagonista,
a diferencia de lo que se podría creer de una cinta de este estilo, no es la
cucufata, la virginal del grupo que carga sobre sí la moral cristiana que defiende
y abraza y la que la termina salvando; lo contrario, el personaje que cumple
ese rol termina asesinada y muerta por la culpa que esta moral le hace sentir
(esto basándome en la escena de su muerte, cuando sale gritando “es tu culpa,
no debí hacerlo” antes de caer muerta por la escopeta). Nuestra protagonista, por
el contrario, es una actriz porno que mediante el sexo quiere alcanzar la fama.
Abraza su sexualidad, lo disfruta y lo quiere usar a su favor. Es precisamente su
extremada sensualidad (a lo que la película llama “factor x”) la que le permite
sobrevivir. Los villanos no la quieren muerta, la quieren viva, pero encerrada,
para sus propios fines.
Un detalle
que quizá se les escapó a algunos, es que la actriz Mia Goth personifica a dos personajes:
a Maxine, la protagonista, y a la anciana, la villana de la cinta. Este detalle
puede entenderse como un elemento interpretativo más, como el destino al cual
nuestra protagonista está atrapada. Una protagonista que representa a la moda
hippie de los setenta, con una actitud despreocupada, optimistas y soñadora, con
hambre de cambiar y devorar el mundo, pero que terminan chocando con una cruda
realidad, con una infelicidad de la cual no pueden escapar. Mensaje que
desarrolla, con menos alegorías, la mítica “Masacre en Texas" de los setenta, película
a la que “X” parece tratar de emular, y ciertamente, lo hace bien, desde un
estilo propio.
Los ancianos,
villanos de la cinta, no son ancianos de verdad, lo cual es notable. El maquillaje
es evidente. Este detalle, en mi caso, siento que aporta dos cosas: el mal rollo,
la decrepitud exagerada que puede espantar a la vista; y el maquillaje
evidente, mal puesto, si se quiere, logra aportar al estilo de película barata,
película indie de bajo presupuesto que nos quiere vender sangre. Casi como una “Serie
b”, pero con estilo (lo cual hace que se aleje mucho de lo “Serie b”). Sin
embargo, esto también puede aportar puntos negativos, como el rompimiento con
la realidad, con la conexión que uno puede hacer con lo presentado en pantalla.
En este punto, uno lo valorará según sus preferencias: el estilo sobre lo veraz,
o viceversa.
La nueva
cinta de Ti West, no aporta un cambio radical o trascendental al cine de
terror, pero ese tampoco es su trabajo. “X” es una buena cinta de Slasher, algo
que un amante del género, como yo, agradece.