La abuela (The Grandmother): el perturbador corto de David Lynch
El tercer
corto de David Lynch, director estadounidense de estilo inconfundible e inigualable,
nos relata una historia más que peculiar, con tintes de ternura y horror. ‘The
Grandmother’ (1970), o ´La abuela´ en su traducción, nos narra la historia de
un niño que es ignorado y maltratado por sus padres. Cansado del abuso, y en
busca de cariño, planta una semilla de la cual brotará una abuela que le dará
el cariño que tanto anhela.
TAMBIÉN PUEDES LEER: REC: curiosidades de la película española de zombis
Sobre ‘The Grandmother’ (La abuela) de David Lynch
El cine de
Lynch no solo se limita a narrar una historia, sino a provocar emociones. Ver
sus películas es una travesía de sentimientos, ‘La abuela’ (1970) es un gran
ejemplo de esto.
Este tercer
cortometraje de su carrera es más importante en la obra, y en la vida, de Lynch
de lo que se cree. Ya que no solo definió su estilo surreal que explora lo onírico,
sino que también le hizo decidirse por estudiar cine.
Lynch
empezaría su vida académica en las artes plásticas, dedicándose a la pintura
surrealista. Con el afán de hacer que sus pinturas se muevan, decide hacer un
pequeño corto de animación stop-motion, llamado ‘Seis hombres enfermos’ (1966)
con tan solo 57 segundos de duración. El trabajo del joven Lynch gustó tanto
que fue incentivado por sus compañeros a realizar otro. En 1968 estrenaría ‘El
alfabeto’, que combinaba la animación stop-motion con movimiento real.
Para su tercer
corto, el entonces aspirante a director se propuso hacer un guion más ambicioso.
Sin el dinero suficiente para realizarlo y sin mucha confianza en su trabajo
(aún se consideraba un pintor que estaba experimentando) mandó el guion a un
concurso de la American Film Institute, cuyo premio le permitió realizar su cortometraje
de 34 minutos de duración.
El corto tiene
una trama bastante surreal, en la cual combina la animación y movimiento real. La
historia, llena de metáforas y simbolismos, facilita al director mostrarnos su peculiar
estilo.
La cinta
empieza con una pintura animada de unas semillas germinando y creando vida, un
simbolismo de procreación humana. De esos primeros brotes surgen nuestros
personajes: el padre, la madre y el niño. Ninguno de ellos tiene diálogos, solo
se comunican mediante gritos animalescos. En esta parte, debe destacarse mucho al
equipo de sonido, que permite dar la ambientación turbia que incomoda (de buena
manera) al espectador.
Desde este
corto Lynch toca temas que se repetirán en su filmografía, como el temor al sexo
y el subconsciente, abordándolo con una extrañeza atrayente muy característico del
director.
La ambientación
está compuesta de solo tres escenarios principales, las cuales parecen ser la misma.
El fondo de paredes negras logra darle un aire teatral al corto. Los personajes
con rostros cubiertos de pintura blanca ayudan a sumergirse al espectador en la
historia, como si esta fuera un sueño o, si se quiere, una pesadilla.
Muchos ven
en este corto el primer bosquejo de lo que sería su siguiente trabajo, su opera
prima: ‘Eraserhead’ (1977) o ‘Cabeza borrador’, como fue traducida.