La bestia (1975) de Walerian Borowczyk es una película erótica con tintes de terror y surrealistas, que abarca temas como la masturbación y zoofilia, mediante la cual se intenta satirizar a la aristocracia francesa de la época.
CONTEXTO
El cine erótico siempre ha estado presente. En los años 50, se puede mencionar a películas como Un solo verano de felicidad de Arne Mattsson o Un verano con Mónica de Ingmar Bergman, quienes en su momento causaron polémicas por su contenido explicito, los cuales se limitaban a mostrar unos pechos desnudos en no muchas escenas.
En los años setenta, con el éxito de Emmanuelle (1974),
de Just Jaeckin, que el cine erótico tuvo una explosión en Europa. Es en este
boom del género, que Walerian Borowczyk estrena La bestia.
DIRECTOR
Walerian Borowczyk, de origen polaco, fue un director de cine que se especializó en las películas erótica, aunque sus trabajos iniciales en la industria de la cinematografía fueron cortos animados.
BREVE RESEÑA Y OPINIÓN
La película nos relata el encuentro de Lucy (Lisbeth
Hummel), heredera inglesa, y Mathurin, el hijo (Pierre Benedetti) de un noble
al borde de la ruina económica (Guy Tréjan), quienes tienen un matrimonio
arreglado.
Desde el inicio de la película, se nos plantea a Mathurin
como una atmosfera de extrañeza e intranquilidad, esto tanto por la primera
escena, donde presencia el apareamiento de animales con una fascinación llamativa.
Esta idea particularidad del personaje se suma a su aparente asociabilidad y
las constantes conversaciones con su padre, donde se deja en claro que Mathurin
se percibe como alguien feo y anormal. Esta sensación de anormalidad que rodea
al personaje aumenta con las escenas de su tío, quien hace mención de una
bestia y a una supuesta maldición que carga su sobrino, quien morirá si consigue
esposa.
Respecto a Lucy, se nos muestra como una chica obediente a su
tía, su tutora; sin embargo, tiene una curiosidad juvenil y no teme
experimentar. Esta característica de su personalidad se nos muestra en la
escena donde se adentra al bosque que la maravilló, saliendo del carro donde
estaba con su tía. Lucy es un personaje con ansias de libertad, con una leve
animalidad sana que le pide aventuras, como se nos muestra en la escena de la
cama, con el sueño, y con sus constantes visitas al cuarto de Mathurin mientras
este duerme. Ella va desnuda a su cuarto esperando poder saciar su apetito
sexual, pero todo termina de manera trágica al encontrarlo muerto, y luego al
descubrir la bestialidad de su amado.
En un inicio, parte de este filme (la del sueño de la
protagonista) iba estar incluido en su película Cuentos inmorales, pero termino
siendo un largometraje individual.
La película no fue del gusto de la crítica y hay quienes la
acusaron de pretenciosa.
La escena más destacable y la que mayor carga alegórica tiene, es la escena del sueño entre Romilda y La Bestia, además de ser la escena que desarrolla de gran manera el tema central de la película: la tensión liberadora, no limitándose tan solo a la sexual.
En esta escena se observa como una joven vestida de prendas
glamurosas y aristocráticas, se escapa de una bestia que la pretende poseer,
mientras que suena de fondo una música barroca de clavicordio. Es en el desarrollo
del escape que Romilda perderá sus ostentosas prendas (las cuales simbolizan su
estatus y rol social) y sus inhibiciones, para poder hacer frente a ella y
salir victoriosa.
Dicha escena nos muestra la postura de la película: que las
inhibiciones sociales ante lo considerado pecado o no aceptado, deben ser
superadas. Esto se refuerza ante las escenas sexuales de Clarissa, la hija del
marqués, e Ifany, el sirviente negro de la familia.