MISS VIOLENCE: LA PUERTA HACIA UN RETRATO RETORCIDO DE GRECIA

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MISS VIOLENCE: LA PUERTA HACIA UN RETRATO RETORCIDO DE GRECIA


Ya ha pasado un buen rato y el desagrado continúa; cierro los ojos y aparece aquel balcón, aquella puerta cerrándose frente a la triste cara infantil, al igual que otras escenas vistas en 'Miss Violence ' (2013); la más dura de ver, para algunos, y la más retorcida, también llamada. La historia que sucede entre las paredes de un hogar disfuncional, parece ir más allá, parece un esbozo del cómo se percibe a un país en crisis, una Grecia que se caía a pedazos. Al sonido de aplausos y una celebración de cumpleaños, la aparente familia feliz nos abre la puerta de su hogar, para terminar la escena inicial con una violenta realidad: la cumpleañera decide saltar del balcón, mostrando una sonrisa (la última de su vida) frente al espectador, dando inicio a la película.

Antes de continuar, debo ser sincero al respecto de las etiquetas con las que se le conoce a esta película: no me pareció la más dura de ver ni logró calar en mí algún tipo de intranquilidad; el motivo, a mi parecer, es que lo primero que vino a mí, fueron los adjetivos de 'la más retorcida', antes que la película en sí. Lo que me parece importante antes de ver esta película, debido a la forma de narración. La historia que se nos narra es triste y repugnante de por sí, pero el modo de narración nos invita a creer en un engaño inicial (aquí recae el problema conmigo, saber que desde un inicio lo mostrado era un engaño): una familia feliz cuyo patriarca estricto es el único que se esfuerza por mantenerla en pie. Si bien la desconcertante tranquilidad de la familia ante la muerte inicial, y el hálito de miedo y violencia que cubre cada escena (sin olvidar los encuadres asfixiantes y estáticos con el que la cámara nos muestra las escenas familiares), nos permiten sospechar de la mentira, no termina impidiendo que nos hagamos ideas preconcebidas, que culpemos a la hija o que sintamos empatía por el anciano que con cincuenta años aún trabaja para su familia; esto se logra debido a que desde un inicio (desde que la puerta se abre), se nos invita a ser espectadores, casi cómplices que no pueden hacer nada más que ver, de lo que se nos muestra. Todo lo dicho hasta aquí, logra tener un símil con la Grecia del 2012, que la película intenta denunciar.

Por los inicios de los dos mil, Grecia logró adoptar el Euro. Para lograrlo, tuvo que mostrar la imagen de un país estable económicamente que mantenía contento a sus ciudadanos (era uno de los países con mayor ayuda social a su población); parecía un buen lugar para vivir, hasta que vendría la crisis económica del 2008. Este, logró mostrarnos la gran mentira que era Grecia: todos esos años de auge y estabilidad, era una gran mentira del Estado, que había falsificado sus estadísticas oficiales para poder adoptar el Euro. Al igual que en 'Miss Violence', el 'patriarca', llámese Estado, llámese abuelo abusivo, logra crear una pantomima, una apariencia, con la cual engañar a los vecinos y entidades estatales, con el único fin: el dinero. Si bien se esperaría que por parte del Estado griego, este lo había hecho para el bien de la población (discurso que tambíen usa el patriarca en 'Miss Violence', pero cambiando población por familia); lo cierto es que el Estado griego era uno de los más corruptos de Europa.

Para que Grecia pueda recuperarse de la crisis, tuvo que someterse a sus acreedores. Se le prestó dinero pero con la condición de que haga recortes en sus gastos, recortes que serán elegidos por sus acreedores. De este modo se recortaron las ayudas sociales y se subieron los impuestos. Otro modo de ver esta decisión, es que Grecia dejó el bienestar de sus ciudadanos a manos de sus acreedores, de quienes le prestaron dinero. Es el patriarca de familia dejando a su familia vulnerable ante manos ajenas, a cambio de un par de billetes; para quienes hayan visto la película, entenderán el símil.

La película cierra al cerrar (valga la redundancia) una puerta frente a nosotros, como si también estemos encerrados junto a quién fue el opresor de la familia.

Para quiénes hayan indagado un poco sobre la película, no les sorprenderá mucho lo antes dicho. Alexandros Avranas, director de la cinta, es parte de la nueva ola del cine griego, el cual se caracteriza por presentar una realidad cruda y crítica respecto a la sociedad griega. Igualmente, no es la única película del director que toque el tema de la crisis, en el año 2017 estrenó 'No me ames', su cuarta película, donde hace una revisión más explícita a la situación de los griegos en plena crisis.

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