Terrifier 2 (2022): A falta de trama, mucha sangre y gore

Terrifier (2016) me pareció una Slasher bastante sincero; te daba aquello que prometía: un grupo de chicos siendo brutalmente asesinados por un maníaco carismático que viste de payaso. Para la crítica especializada el que tenga una trama tan simple, fue un gran pecado. En esta segunda parte Leone quiere subsanar la falta de historia en su película y crea un esbozo de historia de origen para Art, un esbozo de trama que culmina con batalla épica y un esbozo de personajes que están relacionados con la mitología del payaso; pero todo queda en un mero esbozo que no termina siendo suficiente para las más de dos horas de metraje.

Tambien te puede interesar: ROBERT ENGLUND NO VOLVERÁ A SER FREDDY KRUEGER

El intento de historia en esta segunda parte es tan notoria que es difícil de ignorar. Más de una escena termina sobrando (aunque son recompensadas con una buena dosis de gore con efectos prácticos) y la trama está escrita con falta de cohesión y destreza; como ejemplo se puede mencionar la escena del sueño, en la cual nos mencionan la conexión que hay entre Sienna (Lauren LaVera) y el payaso Art (David Howard Thornton), pero se termina alargando innecesariamente. Como este ejemplo hay unos cuantos en la película, sin mencionar el arco de personajes que quedan inconclusos, como el de la niña payasa (Amelia McLain), la nueva compañera de matanzas de Art. Su historia, al igual que casi todo el guion, queda como un mero bostezo, algo inacabado.

Sin embargo, para quien siga durante un tiempo mi página, sabrá que la persona detrás de estas líneas es un gran fanático del gore visceral y morboso. Si bien las historia no tenía una cohesión y algunos diálogos eran pobres, no hay escena (o secuencia) que no sea recompensada por una buena dosis de desmembración, decapitación o tortura extrema; quizá fue este adicional, casi como una recompensa por aguantar la trama, lo que permitió que la cinta, después de todo lo antes dicho, termine siendo disfrutable y las dos horas no se sientan tan largas e inaguantables.

Aunque si algún galardón se debe dar por dicha azaña, esta debería ser para Thornton, quien interpreta con una comedia macabra al villano de la cinta. No hace falta un diálogo para mostrarnos su carisma y, además, se permite navegar por la comedia muda sin caer en el ridículo, lo que hace posible que cada aparición del payaso en pantalla siga siendo inquietante. Y los mismos aplausos deberían darse para los efectos prácticos. En la actualidad es fácil acudir a un CGI barato, sin embargo, Leone opta por el maquillaje y miembros de silicona para poder representar la brutalidad de su villano, algo que se agradece.

Es sorprendente como las redes sociales lograron convertir una película de nicho (muy, muy de nicho) que contaba con bajo presupuesto, en casi un fenómeno mundial el año pasado. Por mi parte, espero que para la secuela (ya está confirmada) logren pulir el guion, objetivo al cual Leone está casi obligado a cumplir por los fans.